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Hallux Valgus

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Hallux Valgus

¿Qué es?

El Hallux valgus es una deformidad del pie consistente en una desviación del  dedo gordo o Hallux en valgo, es decir, hacia los dedos pequeños. Popularmente es conocido como juanete, aunque probablemente, el juanete hace más referencia al bulto que presenta esta patología por la prominencia de la cabeza del primer metatarsiano en el borde medial del pie, y a la exostosis o crecimiento óseo, que suele asociarse a esta patología, aunque también puede aparecer esta exostosis en otras patologías del pie como el Hallux rigidus.

Causa

Las causas que pueden provocar la deformidad son múltiples y diferentes según los pacientes, pero las mas frecuentes son las de carácter hereditario como la predisposición genética o las alteraciones anatómicas del pie: pie plano, metatarso varo, etc..., asociadas a la degeneración musculoesquelética por la edad y por el uso de calzado poco adecuado como calzados estrechos, puntiagudos o con tacones, sobre todo en las mujeres.

Síntomas

Puede ser una patología bien tolerada que apenas da síntomas o, por el contrario, puede producir dolor de intensidad y de localización diversas, sobre todo a nivel del bunio. Este dolor, fundamentalmente es producido por el roce del calzado, generando inflamación (bursitis), dolor a nivel de la articulación metatarso-falángica por deterioro de la misma, dolor a nivel de la planta del pie, dolor a nivel de las cabezas de los metatarsianos (principalmente entre el segundo y el tercero), metatarsalgia por la sobrecarga de éstos al fallar el apoyo del primer dedo (insuficiencia de primer radio), dolor y deformidad en los dedos pequeños (dedos en martillo, dedos en garra), por el desplazamiento del primer dedo o dolor producido por otro tipo de causas.

Tratamiento

El tratamiento quirúrgico habitualmente se indica cuando hay síntomas, no por estética. Por desgracia, hay ocasiones en que la cirugía puede dejar un pie adecuado, desde el punto de vista estético, con molestias que pueden alterar mas la calidad de vida del paciente que la propia deformidad.

Como en el resto de la medicina, la prevención es la mejor arma terapéutica. En este caso se basa en el uso de un calzado adecuado, ancho en el antepié y poco tacón.

Los dispositivos ortopédicos como correctores nocturnos, separadores de dedos y otros, pueden tener su indicación en casos poco pronunciados y en épocas iniciales, pero tienen una eficacia muy reducida. También se puede utilizar plantillas para mejorar las metatarsalgias que se asocian al hallux y ortesis para las deformidades de los dedos pequeños. La fisioterapia puede tener su indicación para mejorar la movilidad de las articulaciones afectadas y para tratar lesiones asociadas coma la tendinitis o la fascitis entre otras.

El tratamiento quirúrgico se indica cuando hay síntomas y la técnica a utilizar variará en función del paciente, de la deformidad y de las patologías acompañantes: metatarsalgias, deformidades de dedos, artrosis de las articulaciones afectadas, etc...

En los últimos años en la cirugía médica en general, así como en la traumatología y en la ortopedia, se han popularizado las técnicas mínimamente invasivas. Estas técnicas en el pie se conocen como cirugía percutánea del pie.

La principal ventaja de la cirugía percutánea del pie es que al tratarse de una cirugía mínimamente invasiva, el daño que se provoca es menor, con lo que la estancia hospitalaria es más corta. La reacción inflamatoria y el dolor son también menores y la recuperación puede ser también más corta que con técnicas abiertas o clásicas.

El uso del PRGF®-Endoret® tanto en la cirugía percutánea del pie, como en la cirugía clásica, proporcionan una menor reacción inflamatoria en el pie y una aceleración de los procesos de consolidación de los gestos terapéuticos realizados sobre el hueso.