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Lesiones Meniscales

Lesiones Meniscales

¿Qué son?

Los meniscos (interno y externo) son estructuras de tejido fibrocartilaginoso situados sobre las mesetas tibiales. Distribuyen las fuerzas en la rodilla y las cargas que se ejercen sobre las superficies articulares de la rodilla. También estabilizan la rodilla y disminuyen la fricción. En las lesiones meniscales se producen desgarros o rupturas que son producidos por diversas causas.

Causas

En los pacientes jóvenes las causas de estos desgarros pueden ser traumáticas debido a giros bruscos de la rodilla con el pie apoyado, al estar la rodilla soportando una carga y los meniscos encontrarse comprimidos entre el fémur y la tibia. En los pacientes de edad avanzada, los desgarros suelen ser por motivos degenerativos.

Síntomas

En el momento que se produce un desgarro, puede oírse un chasquido, acompañado de un dolor intenso, además de un derrame e inflamación.  La rodilla también se puede bloquear y presenta una sensación de inestabilidad.

Tratamiento

Cuando la lesión no es importante, puede aplicarse un tratamiento conservador basado en terapias farmacológicas como analgésicos o antiinflamatorios no esteroideos. Ocasionalmente, puede administrarse infiltraciones con corticoides. También se recomienda reposo deportivo y ejercicios de rehabilitación como bicicleta o natación al estilo crawl.

En lesiones meniscales degenerativas y que provoquen síntomas mecánicos como bloqueos, se recomienda el uso de terapias biológicas como el PRGF®-Endoret®, reservando la cirugía para lesiones dolorosas o lesiones con bloqueos y que no mejoren con un tratamiento conservador.

PRGF®-Endoret® y lesiones meniscales

Tratamiento conservador:

  • Quistes meniscales: se procede con un tratamiento conservador localizando el quiste meniscal con ecógrafo y realizando infiltraciones intraquísticas de PRGF®-Endoret® semanalmente y vía intraarticular.
  • Degeneraciones meniscales: se intentará conservar siempre el menisco debido a su importancia funcional, realizando una infiltración intraarticular semanal de PRGF®-Endoret® durante tres semanas consecutivas. Tras activar el PRGF®-Endoret® líquido, se infiltra la rodilla a través de un abordaje externo en la zona media de la articulación femoropatelar.

Cirugía:

  • Tras la meniscectomía: la infiltración de PRGF®-Endoret® se realiza en el muro meniscal de fuera hacia dentro (extraarticular). Para el cuerno posterior del menisco externo, la infiltración se realiza desde dentro para evitar lesiones vasculonerviosas. Se induce un proceso de reparación y cicatrización parcial debido a los elementos biológicos del PRGF®-Endoret®, protegiendo el muro meniscal y estabilizando la rodilla. Posteriormente se infiltra PRGF®-Endoret®
  • Sutura meniscal: una vez realizada la sutura, se infiltra PRGF®-Endoret® en el muro meniscal y en la zona de sutura. Posteriormente, se infiltra de forma intraarticular. Si existe un mal pronóstico, se realiza una nueva infiltración a las dos semanas de forma ambulatoria.